Triste adiós al agente de policía Elmer Corea García durante su sepelio en la comunidad de San Matías, Guajiquiro, La Paz

Triste adiós al agente de policía Elmer Corea García durante su sepelio en la comunidad de San Matías, Guajiquiro, La Paz

Guajiquiro, La Paz. Entre el caminar lento de un cortejo fúnebre y la tristeza que se percibe entre amigos, parientes y funcionarios de labor policial al momento de trasladar a un ser querido a su última morada, este viernes fueron sepultados los restos mortales del agente de policía Elmer Corea García.

Luego de cánticos, súplicas y oraciones por su eterno descanso, el féretro del agente Corea García fueron conducidos en una carroza fúnebre, desde su residencia, hasta el cementerio local de la comunidad de San Matías, municipio de Guajiquiro, La Paz, su tierra natal.

De 38 años de edad y con 15 años de servicio policial, Corea García murió el miércoles 30 de septiembre en un lamentable incidente ocurrido en el barrio La Victoria de la ciudad de Marcala, La Paz.

Ese día, el occiso se conducía en su vehículo cuando al pasar por un vado éste presentó desperfectos mecánicos quedando varado enmedio de una cruzada de agua.

Tras varios minutos, compañeros del agente policial acudieron en su auxilio e intentaron remolcar el automotor con la mala suerte de que una corriente de manera sorpresiva arrastró el mismo, en cuyo interior, se encontraba el policía Corea muriendo de manera instantánea a raíz del percance.

Durante las exequias fúnebres, el Subcomisionado de Policía Nelvin Rolando Sauceda Argueta, en representación de la Policía Nacional, expresó su pesar ante la irreparable pérdida; al tiempo, que destacó la responsabilidad y disciplina del Policía Corea García durante su ejercicio policial.

En los actos protocolares, el Comandante de la Jefatura Departamental de La Paz, Comisario de Policia Edil Antonio Torres Vindel entregó el acuerdo de duelo a los familiares más cercanos del occiso como muestras de solidaridad y compañerismo policial.

Corea García era padre de una una niña de dos y un menor 13 años de edad, quiénes, juntos a su madre y abuelos lucían compungidos mientras el féretro descendía a su última morada.

Corea García al momento de su muerte estaba asignado en la Jefatura municipal de Marcala, La Paz, donde sus compañeros de servicio policial destacaron, entre otras aptitudes, su dedicación en cada una de las actividades en las que a diario participó.

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