Transformación de la Policía Nacional genera confianza y credibilidad en la población

Transformación de la Policía Nacional genera confianza y credibilidad en la población

– El proceso abarca equipamiento y logística, educación, infraestructura, laboratorios de criminalística, servicios comunitarios, dignificación de la carrera profesional y observatorios locales de violencia, entre otros avances.

– Transformación genera resultados efectivos contra delincuencia común y organizada, afirma Omar Rivera, miembro de la comisión de depuración.

Tegucigalpa, 26 de noviembre. La transformación de la Policía Nacional ha sido un paso crucial para brindarle mayor seguridad a la población  y librar una lucha frontal contra el narcotráfico, el crimen organizado y otras actividades delictivas.

Ante la gran cantidad de problemas que corroían a la institución, La Administración del presidente Juan Orlando Hernández dio como prioridad nacional la transformación de la Policía Nacional.

De esa manera implementó la depuración y el fortalecimiento de la Policía Nacional, junto a la creación de nuevos órganos como la Fuerza Nacional de Seguridad Interinstitucional (Fusina), y eso fue  clave para articular esfuerzos, ya que la entidad policial había perdido credibilidad y confianza desde anteriores administraciones.

El proceso de transformación institucional ha dejado 12.596 nuevos policías formados y certificados como idóneos para trabajar en la institución.

“Teníamos un talento humano mal administrado, mal equipado, mal atendido en la estructura y teníamos que recuperar la institución, que había perdido la confianza con la población”, dijo el ministro de Seguridad, Julián Pacheco.

“Eso era lo más complicado, fue una situación grave en varios escenarios, como cerrar la Policía y empezar con los procesos de transformación; eso fue clave para llegar a tener estos resultados positivos”, añadió.

Aseguró que la participación de la sociedad civil, sector público y privado fue clave en el proceso de transformación de la Policía Nacional.

Ese proceso fue realizado por una comisión especial conformada por Omar Rivera, el pastor Alberto Solórzano, Vilma Morales, Carlos Hernández y German Leitzelar, y permitió sacar a más de 6.000 policías de la estructura.

Rivera destacó “la voluntad política del Gobierno del presidente Juan Orlando Hernández como el principal impulso para la transformación de la Policía Nacional de Honduras mediante el proceso de depuración”.

“Se empezó un proceso radical de transformaciones en el ámbito de la educación policial, de investigación, de inteligencia y el desarrollo de la infraestructura que hoy tiene a la Policía, generando confianza y teniendo resultados efectivos en contra de la delincuencia organizada y el crimen común”, indicó Rivera, también secretario ejecutivo del Foro Nacional de Convergencia (Fonac).

Más confianza

Según datos conocidos en la rendición de cuentas del Gabinete de Prevención, Seguridad y Defensa (2014-2021), el martes en San Pedro Sula, la imagen de la Policía Nacional generó confianza a la ciudadanía desde los primeros años de la transformación, pues pasó de 19%  en 2015 a 54% en 2017.

La Policía Nacional incrementó sus capacidades operativas (200 elementos por cada 100.000 habitantes), aumentó el índice de resolución de casos de homicidios y disminución de impunidad, y el decomiso y destrucción de narcolaboratorios.

Además, la reforma y transformación de la Policía Nacional incluye equipamiento y logística, infraestructura, laboratorios de criminalística, educación, servicios comunitarios, dignificación de la carrera profesional y observatorios locales de violencia, entre otros avances.

También se implementó la transformación del sistema de investigación criminal con la creación de nuevos cuerpos especializados como la Policía Militar de Orden Público (PMOP) y la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC).

El sistema de seguridad desarrolló capacidades para la atención de la población en contextos de emergencia humanitaria, siendo la Policía Nacional una de las instituciones de primera línea en la atención y rescate de la población en la pandemia causada por el covid-19 y los huracanes Eta y Iota.

Otros logros en seguridad

En la rendición de cuentas del Gabinete de Prevención, Seguridad y Defensa se informó que en 2021 el país registró una tasa de 30,79 homicidios por cada 100.000 habitantes.

Hoy Honduras es un modelo de seguridad y eso fue por la visión del presidente Hernández, quien tiene claro que la seguridad genera inversión, turismo, clima de negocios estable, desarrollo y empleos, entre otros beneficios.

En 2011, Honduras alcanzó niveles alarmantes de inseguridad, violencia y criminalidad alcanzando una tasa de homicidios de 86,5 por cada 100.000 habitantes, siendo catalogado como el país más violento del mundo fuera de contextos de guerra.

El país se había convertido en un punto fundamental para el paso de la droga e imperaba la presencia de maras y pandillas.

Esto se tradujo también en una mala imagen del país y de la comunidad hondureña en general, particularmente en el año 2013.

“Fue allí donde nos dimos cuenta que el 80 por ciento de los homicidios en Honduras eran impulsados o ejecutados por el narcotráfico, y es así como planificamos los escudos terrestres, aéreos y navales para poder dar esa lucha frontal y que nuestro país no siguiera siendo paso de la droga y donde Honduras solo ponía los muertos», recordó el ministro de Defensa, Fredy Díaz.

“Hay que invertir en seguridad, porque invertir en seguridad es desarrollo, es paz y tranquilidad», enfatizó Díaz.

Logros de SPS y Tegucigalpa

En el Plan Estratégico de Gobierno 2014-2018 se propuso la búsqueda de la paz y la erradicación de la violencia como objetivo estratégico del sector seguridad, en el que se plantea la protección de la vida y los bienes de los hondureños, priorizando las acciones de prevención como elemento esencial para el desarrollo económico y la convivencia ciudadana en armonía.

En 2013, San Pedro Sula ocupaba la posición número uno como la ciudad más violenta del mundo, con una tasa 187,14 homicidios por 100.000 habitantes, pero hoy ocupa la posición 34, según el listado de las 50 ciudades más violentas del mundo del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y Justicia Penal, una ONG de México.

Tegucigalpa estaba en la posición 6 con una tasa de 79,42 homicidios por cada 100.00 habitantes.

Para 2019 San Pedro Sula avanzó 14 posiciones, con una tasa de 55,21 homicidios por cada 100.000 habitantes, teniéndose una reducción del 70% en este delito.

Tegucigalpa avanzó 27 posiciones al pasar a tener una tasa de 40,96 homicidios por cada 100.000 habitantes. Este es un hito en la historia de la seguridad del país.

Datos de interés

– La tasa de homicidios era de 79 por 100.000 habitantes en 2013 y para 2020 se registró una tasa de 37,57,  lo que implica una reducción del 51%. Esto según el Observatorio de la Violencia del IUDPAS (2019). Se trata de la tasa más baja en los últimos 15 años en el país.

– Se regresa a los niveles de seguridad de hace 15 años con una tasa de homicidios menor a 40% por cada 100 mil habitantes

– El impulso de reformas internas en prevención seguridad y defensa establecieron hitos en el país en pro de la ciudadanía

– Se estableció una tendencia reductiva de la tasa de homicidios de forma ininterrumpida

– El sistema de seguridad y defensa es una garantía de sostenibilidad en la baja de homicidios.

– La seguridad es una condicionante para la inversión externa en el país.

– Se logró la transformación del sistema de investigación criminal con la creación de nuevos cuerpos especializados (PMOP, ATIC).

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